CAMBIO DE IDENTIDAD AL CONVERTIRTE EN MADRE

No cabe duda que el ingreso a la maternidad supone una transformación total un viaje que abarca distintas dimensiones de nuestra experiencia vital que si bien puede ser emocionante también muchas veces se vuelve complejo de abordar. 

Uno de los desafíos más importantes que me ha tocado ver en este último tiempo es el choque identitario en la entrada a la maternidad. Aquí te comparto mi punto de vista al respecto.

Por años el cambio, que en sí mismo representa una “muerte”, ha sido doloroso y complejo de enfrentar para muchas personas, el hecho de convertirse en madre es una de esas muertes -de doncella a madre- que podemos experimentar durante nuestro ciclo vital de “vida-muerte-renacimiento”. Convertirse en madre constituye un cambio de identidad profundo que es independiente del deseo de ser mamá,  hay algo que muere y que necesita ser visibilizado y honrado para poder asimilar de manera más fluida el tránsito a la maternidad. 

A menudo y sobre todo en un principio, tendrás que viajar al inframundo en búsqueda de respuestas para luego regresar de él RENACIDA, es justamente ese encuentro con la profundidad lo que a muchas les puede abrumar, pero lo cierto es que hay que saber profundizar para contar con recursos que incluso no sabias que tenías antes de ser mamá.

 Cuando nos limitamos a cumplir un solo rol seguimos perpetuando un mandato y reduciendo el potencial que tiene nuestra experiencia vital y mientras antes llegue este entendimiento a tu vida mejor.

 “Convertirse en madre supone convertirse en alquimista, equilibrar múltiples papeles e identidades…”

 Kim A. Johnson. 

Descubrirte en este nuevo rol puede tomar tiempo, tu tiempo, a tu ritmo, lo importante es que lo sepas afrontar para que una vez llegado tu bebé puedas disfrutar plenamente de su presencia en tu vida. u